Jo Malone ha regresado a la perfumería de autor con Jo Loves, una nueva colección de fragancias iniciada tras abandonar Estée Lauder y superar una grave enfermedad. Una gran colección que habla de experiencias, sensaciones y buenos recuerdos.
Su tienda londinense, el 42 de Elizabeth Street, es ya una dirección imprescindible donde probar colonias, cremas y jabones; elegir las esencias de una vela hecha a medida; y experimentar una forma nueva de catar los aromas ya sea recorriendo su Fragance Brasserie Bar o en una sesión particular de Frangance Tapas.
Formada como esteticista, Jo Malone descubrió su talento innato para los perfumes a través de las cremas que elaboraba por encargo y manera artesanal en su propia casa. Cuando le resultó imposible atender la demanda creó su primera empresa Jo Malone London que en 1999 fue adquirida por la multinacional norteamericana Estée Lauder.
Un indescriptible olor a flores frescas impregna una de mis favoritas: No. 42 The Flower Shop, en recuerdo de la floristería donde, a los dieciséis años, tuvo su primer trabajó. Se da, además, la curiosa coincidencia, de que aquella floristería se encontraba también en Elizabeth Street. “Inesperadamente, la vida me ha llevado a cerrar el círculo, treinta años después”, explica en su página web.
Pomelo, el aroma que mejor la identifica, huele a vacaciones, a almuerzos a pie de playa e interminables horas al sol. Sobre Red Truffle 21, “mi fragancia más apasionante y atrevida, hasta ahora”, yo no puedo opinar porque todavía no lo he probado.
Viajes y recuerdos se infiltran también en el aroma de las velas y las fragancias para la casa. En estas fechas ninguno tan apropiado como Christmas Trees para pulverizarlo en las habitaciones y sobre manteles y regalos.