La llegada de esta segunda primavera bien merece un perfume especial. Algo no necesariamente nuevo ni necesariamente nostálgico, pero capaz de trasladarnos a los años dorados de la perfumería o al menos, a su estela. Algo como Sortilège, el buque estrella de la legendaria flota de Le Galion que ahora vuelve a navegar sobre el mar siempre inquieto de la perfumería.
Creado en 1936 por Paul Vacher (1902-1975), uno de los grandes nombres de la perfumería francesa, Sortilège sigue siendo un aroma inolvidable. Una armoniosa alquimia de aldehídos y flores, con una base suavemente amaderada de almizcle y ámbar. La obligada reformulación de sus más de ochenta ingredientes, exigida por la normativa de la International Fragance Association (IFRA), sorprende por su fidelidad a la fragancia original. Ninguna nota distorsiona su equilibrada y rigurosa estructura, ni empaña la refinada complejidad de los acordes, aunque quizá le haya restado algo de persistencia.
La casa Le Galion, fundada por el príncipe Murat, descendiente de quien fue rey de Nápoles en el período napoleónico, vivió sus años de gloria a partir de 1935 cuando pasó a manos de Paul Vacher. El éxito de Sortilège fue refrendado con nuevas creaciones: Special for Gentlemen, Snob, La Rose, Whip, Eau Noble…
La empresa, que tras el fallecimiento de Vacher fue adquirida por un grupo americano, había desaparecido del mercado hasta que recientemente Nicolas Chabot se propuso rescatarla del olvido. Con el apoyo de Dominique de Urresti, hija de Vacher, que ha respaldado el proyecto aportando las fórmulas de los perfumes, Le Galion surca de nuevo nuestros mares. Feliz travesía. Feliz otoño.