En cuanto llega la primavera todos nos volvemos un poco nómadas: viajes, excursiones, salidas, escapadas. Días y momentos de libertad, fuera de nuestra jaula dorada, en que el Cuvée Rosé Laurent-Perrier apetece más que nunca. Y para poder llevarlo a cualquier parte y conservarlo en condiciones óptimas, la Maison Laurent-Perrier ha imaginado un estuche inédito, una original jaula de oro rosa con su tapón a juego.
Abrirlo es liberar los aromas de este vino excepcional, fresco y ligero, suave y estructurado, con toda la riqueza expresiva de los frutos rojos. Por algo este Cuvée Rosé Laurent-Perrier se ha convertido en una referencia ineludible en el mundo de los champagnes rosados.