
Maison Francis Kurkdjian, París, rue d’ Argel. Escaparate.
En estas fechas en que el cariño o los buenos deseos se expresan en forma de regalo, cuando diciembre se nos escapa, apenas recién llegado, y todos nos dedicamos a hacer recuento, a menudo me preguntan cuál ha sido en mi opinión el mejor aroma del año.
Esta vez la respuesta era muy fácil. A principios de octubre Francis Kurkdjian, que tiene la buenísima costumbre de acudir personalmente al estreno de sus perfumes, estuvo en España para presentar el último: Amyris, para mi gusto, lo mejor del 2012.
De Amyris me gusta su estructura, hecha de calidad, conocimiento y osadía, tan característica del estilo Kurkdjian. Me gustan sus ingredientes, la original combinación de lirio de Florencia (Iris pallida) y resina de Amyris (Amyris balsamifera), un aroma amaderado y dulce que recuerda al cedro y al sándalo.
Me gusta, el sin duda, el resultado, un perfume inconfundible, sofisticado, con una estela moderna y transparente, que permite llevarlo cómodamente a cualquier hora del día o de la noche. Y me encanta el frasco que lo contiene, su tamaño, su tacto, su caligrafía. Cálido, esencial.